Hoteles en Pamplona, Navarra

La Catedral de Santa María Real de Pamplona es un templo gótico edificado entre los siglos XIV y XV sobre el lugar exacto donde se ubicaba el pompaelo romana. Es un lugar lleno de Historia, aquí se coronaron reyes, se reunieron las Cortes y durante tres siglos albergó la sede la Diputación del Reino de Navarra.

Destaca el claustro que se conserva impecable, en su lado sur encontramos la conocida como  Puerta Preciosa, tallada en piedra y dedicada a la Anunciación, un claro ejemplo de escultura gótica con un programa iconográfico que ocupa las jambas, arquivoltas y tímpano de la puerta. En el interior encontramos el sepulcro de Carlos III de Navarra y su esposa Leonor de Castilla.

La fachada actual sustituyó a la antigua de estilo románico, en este caso edificada por arquitecto madrileño Ventura Rodríguez con un estilo sobrio neoclásico, que no termina de convencer a todos.

La Capilla de San Fermín se encuentra ubicada en la iglesia de San Lorenzo muy cerca de la ciudadela de Pamplona. Se construyó entre los años 1696 y 1717, en conjunto la iglesia tiene un estilo barroco ornamental, pero la capilla es puramente neoclásica, se encuentra nada más entrar a la derecha, y sobre el altar está la venerada imagen del Santo, una talla de medio cuerpo realizada en madera policromada y guarnecida en plata que data de fines del siglo XV.

En el óvalo del pecho se conservan las reliquias de San Fermín y la imagen está colocada sobre un pedestal, labrado en plata. Se desconoce si la talla original mostraba un santo negro o si el rostro de San Fermín se ha oscurecido con el humo de las velas y el deterioro de la propia pátina.

Su imagen se colocó en este lugar actual el día 6 de julio de 1717, y desde entonces, sólo el 7 de julio, festividad de San Fermín, abandona esta capilla para salir en Procesión.

La Ciudadela de Pamplona, quizás es el mejor ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento español y uno de los más destacados conjuntos defensivos de Europa.

La construcción tenía la misión de defender a Pamplona del enemigo, bajo el reinado del rey Felipe II, quien la mandó construir en 1571 para intentar evitar las constantes incursiones del ejército francés. La estructura original tenía forma de pentágono regular, formada por cinco baluartes en los ángulos, pero una remodelación de la ciudad con el Primer Ensanche obligó al derribo de dos de ellos, de ahí que la forma original se haya modificado.

Esta situada junto al centro de la ciudad y junto a los principales puntos de interés, como el casco viejo, la plaza de toros, ayuntamiento y zona comercial.

La plaza del Castillo en Pamplona se planteó como un espacio de ocio y espectáculos desde su construcción en el siglo XIV. Desde 1405 acogió las celebraciones y justas que festejaban las efemérides monárquicas o los patronos de la ciudad. Entre los años 1385 y 1844 (año de construcción de la plaza de toros) era aquí donde se celebraban todas las corridas de toros. La primera construcción, en 1612, fue la casa del toril, a la altura del numero 37 en el lado occidental. Posteriormente en el siglo XIX, justas y toros dieron paso a otras actividades como los cafés, la plaza seguía ofreciendo un lugar de reunión para los pamploneses. El kiosco de música situada en el centro de la plaza, originalmente de 1910 en madera se sustituyó por otro en  1943, en uno de los laterales se añadió una fuente dieciochesca de la Beneficencia de Luis Paret.

Los Jardines de la Taconera son el parque más antiguo, hermoso y emblemático de la ciudad de Pamplona. Su extensión alcanza los 90.000 metros cuadrados de superficie, se asienta en torno a las murallas, junto al Casco Antiguo,tiene un estilo romántico y en cierto modo versallesco.

En los antiguos planos de la ciudad de 1719 ya aparece referenciado como lugar verde de la urbe, el espacio esta jalonado de especies arbóreas y florales, ademas varias esculturas entre la que destaca la querida y popular Mariblanca, o los arcos ojivales de Teobaldo II.

Algo que llamará la atención del visitante es el pequeño zoo que alberga en sus fosos, donde conviven ciervos, pavos reales, patos, cisnes, faisanes, etc., todos ellos en estado de semilibertad.

La Plaza Consistorial de Pamplona es uno de los lugares mas reconocibles de la ciudad de Pamplona, ya que allí se ubica el Ayuntamiento, desde cuyo balcón cada 6 de julio se lanza el chupinazo, dando comienzo así a las populares Fiestas de San Fermín del 7 de julio.

El Edificio principal data de 1423, cuando Carlos III ordenó su construcción en el lugar donde confluían los burgos medievales. El edificio que ha llegado hasta nuestros días se puede fechar entre 1753 y 1759, según el proyecto del maestro Juan Miguel de Goyeneta. Su fachada es obra de José Zay y Lorda y las bellas esculturas pertenecen a José Jiménez. Vemos una mezcla de estilos barroco tardío y neoclásico en la parte exterior, ya el resto del edificio ha tenido diferentes actuaciones en el siglo XX.

El monumento al encierro es una escultura en bronce colado que ubica en la Avenida Roncesvalles, los corredores representados están en dirección hacia la Plaza de Toros de Pamplona. La obra pretende rendir homenaje a esta gran tradición ligada a las Fiestas de San Fermín. La obra es una ampliación de un monumento anterior realizada por el escultor bilbaíno Rafael Huerta Celaya en 1994.

Todos los meses de julio con motivos de las citadas fiestas la ciudad reúne a personas de todos los países, junto a ellos los propios pamploneses que se entrenan duramente para correr delante de los toros.

El actual Museo de Navarra fue reinaugurado por la Reina Doña Sofía en el años 1990. La colección data de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, que desde 1844 pretendía salvaguardar el patrimonio regional. A principios del siglo XX fue sede de la Cámara de Compto, y tras la guerra civil la Institución Príncipe de Viana se encargaría de la difusión de la colección existente. Fue en 1956, cuando se cambió en su actual ubicación en el antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia de Pamplona.

En 2011 se reformó y se añadió la sala de Prehistoria, que contiene los trabajos arqueológicos de los últimos veinte años y renovación de su presentación museográfica. Actualmente podemos ver varias exposiciones temporales de arte contemporáneo, una amplia oferta cultural para la ciudad.