Hoteles en Cerler

Valle de Benasque

El Valle de Benasque es uno de los destinos más espectaculares y visitados del Pirineo Aragónes.

Este lugar rodeado por las montañas más altas de la cordillera, como el Aneto, es un paraíso para los amantes de la naturaleza, el senderismo y los deportes de aventura.

Con su impresionante paisaje de picos nevados, verdes prados, bosques frondosos y ríos cristalinos, este valle ofrece una experiencia inolvidable en cualquier época del año.

Durante el verano, el Valle de Benasque es ideal para practicar actividades al aire libre, como rutas de senderismo, escalada o ciclismo de montaña.

Existen numerosos itinerarios que permiten explorar la belleza de este entorno, destacando el acceso a los ibones (lagos de montaña) y refugios de alta montaña.

En invierno, las estaciones de esquí de Cerler y Llanos del Hospital atraen a los aficionados a los deportes de nieve.

Además de su belleza natural, el Valle de Benasque cuenta con pintorescos pueblos como Benasque y Anciles, que conservan su arquitectura tradicional de piedra y madera, creando un ambiente acogedor.

Con su mezcla de naturaleza, cultura y aventura, el Valle de Benasque es un destino que no deja indiferente a quienes lo visitan.

Pico Aneto

El Pico Aneto es la cumbre más alta de los Pirineos, con una altitud de 3.404 metros, y es uno de los destinos más codiciados por montañeros y alpinistas de todo el mundo.

El Pico Aneto forma parte del macizo de la Maladeta, en el corazón del Parque Natural Posets-Maladeta, un área de extraordinaria belleza natural. Su ascenso, aunque desafiante, es accesible para montañeros experimentados y ofrece una de las experiencias más espectaculares de los Pirineos.

El ascenso al Pico Aneto es conocido por incluir el famoso paso por el "Puente de Mahoma", un estrecho cresterío que, aunque no excesivamente técnico, requiere buen equilibrio y ausencia de vértigo. Esta parte del recorrido añade una dosis de adrenalina al reto de alcanzar la cima.

Desde la cumbre, las vistas panorámicas abarcan glaciares, lagos de origen glaciar y los impresionantes valles pirenaicos.

El glaciar del Pico Aneto es el mayor de los Pirineos, aunque ha ido reduciéndose debido al cambio climático.

El esfuerzo necesario para llegar a la cumbre se ve recompensado por el espectacular paisaje y la sensación de conquista que ofrece estar en la cima más alta de esta cordillera.

Parque Natural Posets - Maladeta

El Parque Natural Posets - Maladeta es uno de los espacios protegidos más importantes de los Pirineos, conocido por albergar las cumbres más altas de la cordillera, como el Aneto (3.404 metros) y el Posets (3.375 metros).

Este parque natural, con más de 33.000 hectáreas, ofrece un paisaje de alta montaña impresionante, compuesto por glaciares, ibones (lagos de origen glaciar), bosques frondosos y majestuosas cascadas.

Su biodiversidad es extraordinaria, siendo el hogar de especies emblemáticas como el sarrio (rebeco pirenaico), el quebrantahuesos y la marmota.

El Parque Natural Posets-Maladeta es un destino muy popular para los amantes del senderismo, la escalada y el montañismo, con rutas que varían en dificultad, desde paseos tranquilos hasta desafiantes ascensos a las cumbres más altas.

Entre las rutas más conocidas destacan la ascensión al Pico Aneto, al Posets, y el recorrido por el Valle de Estos, que ofrece paisajes espectaculares y acceso a algunos de los ibones más bonitos del parque, como el Ibón de Batisielles.

El Parque Natural Posets-Maladeta es también un importante refugio para los glaciares pirenaicos, aunque estos han disminuido significativamente en las últimas décadas debido al cambio climático.

Baños de Benasque

Disfruta de una experiencia única en los Baños de Benasque, un histórico balneario situado en el corazón del Valle de Benasque, rodeado por las majestuosas montañas del Parque Natural Posets-Maladeta.

Estas aguas termales han sido conocidas desde tiempos remotos por sus propiedades medicinales, especialmente beneficiosas para afecciones reumáticas, dermatológicas y respiratorias. Con temperaturas que rondan los 30 grados Celsius, estas aguas termales ricas en minerales ofrecen una experiencia relajante y curativa en medio de la naturaleza pirenaica.

El balneario de los Baños de Benasque ha sido un destino popular desde el siglo XIX, atrayendo tanto a visitantes que buscan relajación como a aquellos que desean aprovechar los beneficios terapéuticos de sus aguas.

Además de las piscinas termales, el balneario ofrece una variedad de tratamientos, como masajes, baños de vapor y circuitos de hidroterapia, lo que lo convierte en un lugar ideal para descansar tras una jornada de senderismo o deportes de montaña.

El entorno natural que rodea a los Baños de Benasque es igualmente impresionante, con vistas espectaculares a los picos más altos de los Pirineos y la posibilidad de realizar excursiones a pie por rutas cercanas, como la que conduce al famoso Forau de Aigualluts.

Ibones de Batisielles

Los Ibones de Batisielles son un conjunto de lagos de origen glaciar situados en el corazón del Valle de Estós, en el Parque Natural Posets-Maladeta, Pirineos de Huesca.

Este espectacular enclave natural está formado por varios ibones, siendo el Ibón Gran de Batisielles el más grande y visitado.

Rodeados de imponentes picos montañosos y exuberantes bosques de pinos y abetos, los Ibones de Batisielles ofrecen un paisaje de ensueño que atrae a senderistas y amantes de la naturaleza.

El acceso a los Ibones de Batisielles se realiza a través de una ruta de senderismo de dificultad moderada que parte del aparcamiento de la Cascada de Espigantosa, cerca de Benasque.

Durante el recorrido, los excursionistas atraviesan frondosos bosques, cruzan ríos de aguas cristalinas y disfrutan de espectaculares vistas de las montañas circundantes, como el Pico Perdiguero.

El sendero también pasa por otros ibones más pequeños, como el Ibón de Escarpinosa, conocido por sus aguas turquesas y su entorno tranquilo.

Los Ibones de Batisielles son un destino perfecto para los amantes del trekking, la fotografía y quienes buscan desconectar en un entorno natural único.

Cascada de Ardonés

La Cascada de Ardonés es una de las maravillas naturales más impresionantes del Valle de Benasque, en los Pirineos aragoneses.

Esta hermosa cascada se forma por las aguas del río Ardonés, que descienden desde las altas montañas, creando un salto espectacular rodeado de verdes praderas y frondosos bosques.

La Cascada de Ardonés es especialmente atractiva durante la primavera y el verano, cuando el deshielo de las cumbres aumenta el caudal del agua, ofreciendo un espectáculo visual y sonoro único.

El acceso a la cascada es relativamente sencillo, lo que la convierte en una opción popular para familias y senderistas de todos los niveles. El camino parte de la zona de Cerler, y a lo largo de una ruta bien señalizada, los visitantes pueden disfrutar de las vistas panorámicas del valle y las montañas circundantes.

Durante el recorrido, la naturaleza es protagonista, con abundante flora autóctona y la posibilidad de avistar fauna local, como aves y marmotas.

La Cascada de Ardonés es también un lugar ideal para los amantes de la fotografía, con su entorno pintoresco y las montañas como telón de fondo.

Puente Medieval de Benasque

El Puente Medieval de Benasque es un emblemático vestigio histórico situado en el Valle de Benasque, en el Pirineo Aragonés.

Este puente de piedra, que data del siglo XIII, cruza el río Ésera y es uno de los principales puntos de interés para quienes visitan la localidad.

De estilo románico, el Puente Medieval de Benasque destaca por su solidez y simplicidad, con un solo arco de medio punto que refleja la funcionalidad y belleza de la arquitectura medieval. Este puente no solo es un testimonio del pasado, sino que también jugó un papel importante en la vida cotidiana de los habitantes de la zona, ya que permitía el paso entre los diferentes pueblos del valle y facilitaba el comercio y el transporte.

Hoy en día, sigue siendo un punto de conexión entre las diferentes rutas de senderismo y excursiones en los alrededores.

Además de su valor histórico, el Puente Medieval de Benasque es un lugar pintoresco, rodeado de naturaleza y con espectaculares vistas del valle y las montañas.

El río Ésera, con sus aguas cristalinas, añade al encanto del lugar, haciendo que sea un destino ideal para realizar tranquilos paseos.

Palacio de los Condes de Ribagorza

El Palacio de los Condes de Ribagorza, situado en el corazón de Benasque, es uno de los edificios más emblemáticos de la región, tanto por su valor arquitectónico como histórico.

Construido en el siglo XVI, este palacio renacentista destaca por su robusta estructura de piedra y su elegante fachada, adornada con balcones de hierro forjado y un imponente escudo nobiliario que rememora su pasado señorial.

El palacio fue residencia de los Condes de Ribagorza, una de las familias más influyentes de la región, y desempeñó un papel importante en la historia política y social del Valle de Benasque. El edificio ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos, como las luchas de poder durante la época de los Austrias y la posterior Guerra de Sucesión Española.

A lo largo de los siglos, el palacio ha tenido diferentes usos, sirviendo en ocasiones como sede administrativa y en otras como lugar de hospedaje para viajeros distinguidos.

Actualmente, el Palacio de los Condes de Ribagorza ha sido restaurado y conserva su esplendor original, siendo un atractivo turístico de gran interés.

Los visitantes pueden admirar su majestuosa arquitectura y sentir el peso de la historia que envuelve este lugar.

Cerler

Cerler es un encantador pueblo de montaña situado en el Valle de Benasque, en pleno corazón del Pirineo Aragonés. A una altitud de 1.540 metros, es el núcleo habitado más alto del Pirineo y está rodeado de impresionantes paisajes de montañas, bosques y praderas.

Además de su belleza natural, Cerler es conocido por albergar la estación de esquí de Cerler, una de las más importantes de España y la más alta de los Pirineos, con más de 77 kilómetros de pistas esquiables.

En invierno, Cerler se convierte en un paraíso para los amantes del esquí y el snowboard, ofreciendo una amplia variedad de pistas para todos los niveles.

Sin embargo, más allá de la temporada de nieve, Cerler también es un destino excelente en verano, con numerosas rutas de senderismo y montañismo que permiten explorar las montañas circundantes, como el Pico Cerler o el cercano Pico Aneto, la cumbre más alta de los Pirineos.

El pueblo conserva su encanto tradicional, con casas de piedra y tejados de pizarra, lo que le otorga un ambiente acogedor y auténtico.

Además, su proximidad a Benasque lo convierte en un lugar ideal para disfrutar tanto de la naturaleza como de las comodidades y servicios de la zona.