Comentarios Hotel TRH Paraiso

Los trabajadores del hotel muy amables y atentos.

Una restauración inminente, necesita una buena inversión en todo.

Sin duda alguna el personal, en especial la encargada de comedor lidia gran profesional y mejor persona así como la camarera de comedor ana por si saber hacer y amabilidad.

El check in tardaron mucho en entregar la habitación y lo peor que no sabían dar una respuesta.

La tranquilidad y el entorno.

Las comidas, poca variedad , repetitivas y poca elaboración.

Piscina, personal muy agradable y variedad comidas.

El baño. El agua caliente ni llegaba.

Nada que objetar.

Igualmente.

El personal de recepción.

Detalles descuidados, toallero caído en el suelo, agua salía marrón y fondo del wc manchado de no uso, poca presión del agua en lavabo.

La zona de la piscina con bastante sombra y tumbonas suficientes.

La comida siempre se puede mejorar, es cuestión de gustos. Nosotros hemos comido bien, teniendo en cuenta el precio que hemos pagado por la estancia.

Un hotel bastante grande y la habitación confortable.

La atención de los trabajadores, se ponían a criticar a los clientes delante de todo el mundo. Poca variedad de comidad y fría. No me ha gustado nada el servicio.

Es un hotel muy tranquilo, más que nada un hotel familiar para descansar varios días.

Más variedad en comida y el snak pésimo.

La tranquilidad, el encontrar siempre hamacas libres en la zona de la piscina, la excelente amabilidad de todo el personal,el todo incluido es bueno, con bebidas de primeras marcas. La comida del restaurante estaba bien y reponen a cada instante, incluso cuando es casi hora de cerrar. El señor jaime manjón (relaciones públicas) en todo momento preocupadose por nuestro bienestar, aunque él solo puede hacer lo que queda dentro de sus posibilidades.

Aunque tiene carta de almohadas, para nosotros eran muy incómodas, hasta el punto de salir a estepona a comprar dos almohadas pq después de la segunda noche estábamos hechos polvo. En la zona del snack si querías una hamburguesa te hacían a la plancha un trozo blanquecino de carne congelada o un sándwich de pollo a la plancha duro y reseco. En el aperitivo solo hay patatas fritas y aceitunas, se echa en falta unos frutillos secos.