Apartamentos en Formentera

Playa de Migjorn

La Playa de Migjorn, situada en el sur de Formentera, es una de las playas más extensas y diversas de la isla, con más de 6 kilómetros de costa que ofrecen un entorno natural único.

Esta playa combina áreas de arena blanca y fina con zonas de rocas y dunas, creando un paisaje variado que se adapta a todos los gustos. Gracias a su extensión, la Playa de Migjorn es ideal para quienes buscan tranquilidad y espacio.

Incluso en temporada alta, es posible encontrar rincones aislados para relajarse o disfrutar de la naturaleza en paz.

Sus aguas cristalinas de tonos turquesa son perfectas para nadar, practicar snorkel o simplemente refrescarse bajo el sol del Mediterráneo.

El entorno de la playa está rodeado de vegetación típica de la isla, como sabinas y dunas protegidas, lo que refuerza su carácter virgen.

A lo largo de la playa, pequeños chiringuitos y restaurantes ofrecen una deliciosa gastronomía local, con opciones que van desde tapas hasta pescados frescos.

La Playa de Migjorn también es ideal para ver el atardecer, con vistas espectaculares que tiñen el horizonte de colores cálidos.

Faro de Cap de Barbaria

El Faro de Cap de Barbaria, situado en el extremo sur de Formentera, es uno de los lugares más icónicos y mágicos de la isla.

Este faro, que se alza sobre un acantilado de 100 metros de altura, ofrece unas vistas espectaculares al Mediterráneo y es conocido por ser un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y la conexión con la naturaleza.

Rodeado de un paisaje árido y agreste, con escasa vegetación, el camino que conduce al Faro de Cap de Barbaria es una experiencia en sí misma. Durante los últimos tramos, el acceso solo está permitido a pie o en bicicleta, lo que refuerza la sensación de aislamiento y exclusividad. Este trayecto permite disfrutar del entorno natural y las vistas al mar antes de llegar al faro.

Uno de los momentos más memorables que ofrece el Faro de Cap de Barbaria es el atardecer. Ver cómo el sol se hunde lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos, es una experiencia inolvidable.

Cerca del faro, se encuentra la Cueva Foradada, una cueva natural con una pequeña abertura que actúa como mirador al mar.

Cueva Foradada

La Cueva Foradada, situada cerca del Faro de Cap de Barbaria en Formentera, es uno de los rincones más fascinantes y menos conocidos de la isla.

Este lugar único combina misterio, belleza natural y vistas espectaculares al Mediterráneo, convirtiéndolo en una parada imprescindible para quienes buscan descubrir la esencia más auténtica de la isla.

El acceso a la Cueva Foradada se encuentra a poca distancia del faro. Un sendero discreto lleva a la entrada de la cueva, que, aunque no es especialmente amplia, tiene un encanto especial.

En su interior, se puede explorar un espacio fresco y sereno, donde la luz del sol se filtra a través de una abertura natural que da nombre al lugar: "foradada", que significa agujereada.

Este agujero actúa como un mirador natural, ofreciendo vistas impresionantes del mar y los acantilados. La cueva es un lugar perfecto para quienes buscan tranquilidad o un momento para contemplar la inmensidad del océano desde una perspectiva diferente.

Al atardecer, la Cueva Foradada se convierte en un lugar mágico, con los últimos rayos de sol iluminando el mar.

Mercadillo de La Mola

El Mercadillo de La Mola, en Formentera, es uno de los destinos más auténticos y vibrantes de la isla.

Situado en el pintoresco pueblo de El Pilar de la Mola, este mercadillo artesanal es mucho más que un lugar para comprar; es un espacio donde la creatividad, la cultura y el arte local se combinan para ofrecer una experiencia única.

Celebrado cada miércoles y domingo durante la temporada de primavera y verano, el Mercadillo de La Mola reúne a una gran variedad de artesanos que ofrecen productos hechos a mano, desde joyería y cerámica hasta textiles, pintura y piezas de decoración.

Cada puesto refleja la esencia artística de Formentera, con una gran diversidad de estilos y materiales que destacan por su calidad y originalidad. Además de las compras, el mercadillo cuenta con música en vivo y un ambiente bohemio que invita a pasear, descubrir y disfrutar del arte en su máxima expresión.

Es un lugar perfecto para encontrar recuerdos únicos o simplemente relajarse en alguno de sus bares y cafeterías cercanos.

El Mercadillo de La Mola no solo es un referente de la artesanía local, sino también un punto de encuentro para visitantes y residentes.

Punta de Sa Pedrera

La Punta de Sa Pedrera, situada en la costa oeste de Formentera, es uno de los rincones más singulares y fascinantes de la isla. Este enclave natural, conocido también como "la piscina natural", ofrece un paisaje único caracterizado por sus formaciones rocosas, que parecen esculpidas por el viento y el agua a lo largo de los siglos.

Lo que hace especial a la Punta de Sa Pedrera es su aspecto casi lunar. Las rocas, erosionadas por el tiempo, crean pequeñas lagunas y piscinas naturales de aguas cristalinas que invitan a relajarse y disfrutar de un baño en un entorno tranquilo y alejado del bullicio.

Este lugar es perfecto para practicar snorkel, ya que sus aguas transparentes permiten explorar su rica vida marina. Además de su belleza natural, la Punta de Sa Pedrera tiene un trasfondo histórico.

Las canteras de piedra que dieron forma a este paisaje fueron utilizadas en el pasado para construir las murallas de Ibiza, lo que añade un toque cultural e histórico al lugar.

Acceder a la Punta de Sa Pedrera es una experiencia en sí misma, ya que el camino ofrece vistas espectaculares al mar y a los islotes cercanos.

Cuevas de Cala Saona

Las Cuevas de Cala Saona, situadas en los espectaculares acantilados rojizos que rodean esta famosa cala de Formentera, son un destino mágico para los amantes de la naturaleza y la aventura.

Este conjunto de cuevas, accesible principalmente en barco, kayak o paddle surf, ofrece una experiencia única donde el paisaje, el mar y el misterio se fusionan. Las cuevas destacan por su belleza natural, con paredes de roca rojiza que brillan al reflejar la luz del sol, creando un contraste espectacular con las aguas cristalinas del Mediterráneo.

Explorar estas cuevas permite descubrir recovecos ocultos, donde el silencio y la tranquilidad se convierten en los principales protagonistas. El entorno submarino, rico en vida marina, hace de este lugar un paraíso para el snorkel, con aguas tan claras que se puede observar el fondo marino con facilidad.

El ambiente único de las Cuevas de Cala Saona es ideal para quienes buscan desconectar del bullicio y sumergirse en un entorno virgen.

Este lugar ofrece una perspectiva diferente de Formentera, donde la naturaleza se muestra en su estado más puro y espectacular.

Las cuevas son una parada imprescindible para aquellos que desean vivir la isla desde un enfoque más aventurero y auténtico.

Playa de Es Caló

La Playa de Es Caló, situada en la pequeña localidad de Es Caló de Sant Agustí, en Formentera, es uno de los rincones más encantadores y tranquilos de la isla.

Este pequeño paraíso combina aguas cristalinas, arena blanca y un ambiente relajado, ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.

La playa de Es Caló destaca por su entorno pintoresco, rodeada de antiguos embarcaderos de madera que todavía se utilizan para resguardar las tradicionales barcas de pesca. Estos elementos, junto con las rocas naturales que se mezclan con la arena, aportan un toque auténtico y único al lugar.

Las aguas de la Playa de Es Caló son especialmente claras, convirtiéndola en un lugar perfecto para practicar snorkel y explorar su vida marina.

A pocos pasos de la playa, el pueblo de Es Caló de Sant Agustí ofrece una encantadora atmósfera tradicional con restaurantes donde se pueden degustar platos de pescado fresco y cocina típica de Formentera.

Además, su proximidad al Camí de Sa Pujada, un antiguo camino de piedra que ofrece impresionantes vistas de la costa, convierte la visita en una experiencia aún más completa.

Parque Natural de Ses Salines

El Parque Natural de Ses Salines, que abarca parte de Formentera e Ibiza, es uno de los ecosistemas más valiosos de las Islas Baleares.

Este espacio protegido destaca por su impresionante biodiversidad, sus paisajes únicos y su importancia ecológica, especialmente por las salinas y los sistemas marinos que lo conforman.

En Formentera, el Parque Natural de Ses Salines se extiende desde la playa de Ses Illetes hasta el Estany Pudent y la zona de las salinas.

Este entorno combina playas paradisíacas, dunas, lagunas saladas y extensas praderas de posidonia oceánica, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La posidonia, una planta marina vital para la salud del Mediterráneo, es responsable de las aguas cristalinas que caracterizan la región.

Además de su belleza paisajística, el Parque Natural de Ses Salines es un refugio para numerosas especies de aves migratorias, como flamencos, cigüeñuelas y avocetas, lo que lo convierte en un lugar ideal para la observación de aves.

Los visitantes pueden recorrer senderos señalizados que permiten descubrir el parque de manera respetuosa, disfrutando de playas icónicas como Ses Illetes o Levante.

El Parque Natural de Ses Salines es un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza.

Estany des Peix

El Estany des Peix, situado cerca de La Savina, en Formentera, es un encantador lago salado que destaca por su conexión con el mar y su ambiente tranquilo.

Este espacio único combina la belleza natural con la funcionalidad, ya que sus aguas poco profundas y calmadas lo convierten en un lugar ideal para actividades acuáticas y un refugio perfecto para pequeñas embarcaciones.

El Estany des Peix tiene una entrada natural al mar, lo que permite el intercambio de agua salada y crea un ecosistema rico en biodiversidad. Sus aguas cristalinas y su fondo arenoso son el hogar de numerosas especies marinas, lo que lo convierte en un lugar excelente para practicar snorkel o simplemente disfrutar de un baño relajante.

Este lago es también popular entre los aficionados al paddle surf, el kayak y la vela ligera, ya que su tranquilidad ofrece un entorno seguro y agradable para estas actividades. Además, su entorno natural está rodeado de vegetación típica de Formentera, como sabinas y matorrales mediterráneos, que refuerzan su carácter único.

El Estany des Peix no solo es un paraíso para los amantes de la naturaleza, sino también un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la serenidad de Formentera.